
La forma como una persona se comunica con los demás, refleja cómo se siente acerca de sí misma, la situación en la que se encuentre y las personas con las cuales está interactuando. ¿Cómo te estas comunicando?
Como dice Miguel Ruíz en su libro los Cuatro Acuerdos: “No te tomes nada personal porque, si lo haces, te expones a sufrir por nada”.
Las opiniones son pensamientos y palabras de otras personas que tú decides si las tomas en tu vida o las dejas pasar.
Si las dejas pasar tomas el control, pero si tomas las críticas personalmente, puedes cambiar de una comunicación asertiva a una comunicación agresiva o quizás pasiva, que solo empeora las cosas.
La comunicación agresiva implica siempre la manipulación. Podemos procurar hacer que las demás personas realicen lo que deseamos induciendo a la culpabilidad o usando la táctica de la intimidación y del control (cólera).
La comunicación pasiva se basa en la conformidad y en la esperanzas de evitar la confrontación a toda costa. En este modo no hablamos mucho, se pregunta menos y hacemos realmente muy poco.
Finalmente, respetar y expresar aquello que necesitas expresar, sientes y piensas y obrar en consecuencia, sin pasividad o agresividad, eso es Comunicación Asertiva.
También lo llamamos saber decir las cosas y nos referimos normalmente a ser capaces de pedir lo que es nuestro, sin pasar por encima de nadie ni dejar de decir lo que realmente pensamos por miedo a la reacción de la otra persona, es decir, es ser congruentes con nosotros mismos: Pienso, Siento, Actuó 🙂
Beneficios de la la comunicación asertiva:
1. Mayor confianza en ti mismo.
2. Te permite tener más madurez, ya que para ti el respeto en las conversaciones es lo más importante.
3. Nos acerca al logro de nuestros objetivos y la eliminación de la ansiedad.
4. Somos libres para tomar nuestras decisiones, expresamos lo que realmente está sucediendo en nuestro interior a través de respeto y equilibrio emocional.